miércoles, 28 de diciembre de 2011

Encuentro con Víctor Rocher

Posterior a nuestra reunión anual de los seminaristas en La Serena me quedé pensando la falta que me hacía de tener algún compañero seminarista de mi generación para conversar y recordar experiencias vividas durante los años que pasamos en el Seminario. Así que de regreso en Santiago me dispuse entregarle a internet la responsabilidad de ayudarme a ubicar a mi amigo y ex compañero Víctor Rocher Ferrada, con tanta suerte que rápidamente hicimos contacto a través de email y de ahí a ponernos de acuerdo para encontrarnos no pasó mucho tiempo ya que él está viviendo en los alrededores de Santiago.
Debo contarles además que con Víctor fuimos compañeros durante toda la educación primaria en el Colegio San Antonio, aparte que también éramos compinches y camaradas de juegos en esa época linda de la niñez.
Finalmente nos encontramos en un restaurante del barrio Bellavista en Santiago y hablamos sin parar durante horas, donde quedé asombrado por la cantidad de información que guarda en su memoria, no sólo de nuestra época de estudiantes sino también de mi familia serenense.
Víctor es un tipo acogedor y muy inteligente. Con mucho camino recorrido en la vida, lo que lo hace ser una persona interesante de conocer.
Espero que podamos continuar esa amistad interrumpida hace 46 años atrás cuando dejamos nuestro Seminario Franciscano.

Con Víctor Rocher en "El mesón Nerudiano"

In memoriam - Walter Tapia Bauer

Este año falleció en Vallenar (4 de Abril de 2011) mi querido amigo y ex seminarista Walter Tapia Bauer, oriundo de Vicuña y nieto del creador de la Torre Bauer de esa ciudad.
Conocí a Walter el año 1946 al ingresar al seminario franciscano de Copiapó. Entonces Walter estaba a cargo de los alumnos más chicos (en edad y de pantalones cortos). Ya en ese tiempo ejerció su natural dote de conducción de gente, pues con su facilidad de palabra y gestualidad mantenía embobados a sus auditores con sus historias y cuentos. Además dirigía y organizaba sus juegos.
Tras terminar sus estudios greco-latinos ingresó al noviciado de los padres franciscanos en Copiapó, siendo uno de los dos primeros novicios franciscanos. Ahí perdimos el contacto, pues sólo lo veíamos de lejos los días domingos cuando íbamos a cantar la misa a la iglesia San Francisco. En el noviciado permaneció cerca de un año, hasta que su vida tomó otros rumbos.
Ya adultos volvimos a encontrarnos en Vallenar en 1957 cuando era docente en la escuela San Francisco. Era un profesor muy apreciado por sus alumnos; además creó el “Club Rabito” en el que los niños aprendían a tocar instrumentos musicales, a recitar poemas y presentar obras de teatro.
Por mi parte, con su compañía aprendí a manejarme en el mundo civil después de haber vivido sumergido en los estudios y en la oración, lejos del mundo durante once años.
En 1966, nuevo reencuentro. Esta vez, Walter era funcionario de CAP, sección Bienestar.
Gracias a su gestión, me allanó el camino para ingresar a esa empresa.
En los años 70 fue delegado de personal en los difíciles tiempos de la U.P.
En esos tiempos formó su familia y cuando sus hijos llegaron a la edad escolar compartieron con los nuestros colegio y curso. Esto nos permitió vivir el desarrollo de ambas familias y mantener una relación estrecha que perdura hasta hoy.
Debido a una enfermedad, debió pensionarse anticipadamente
Ya como pensionado, Walter se mantuvo activo en deporte, música y como organizador de grupos de la tercera edad para enseñarles a cómo llevar la vida en esa etapa. También acostumbraba a llevar consuelo a los deudos en velatorio, conduciendo las oraciones por el alma de los difuntos.
Finalmente, sus enfermedades se agravaron y lo postraron en cama un largo período, hasta que el Señor le concedió el descanso eterno.
Por todo lo anterior y mucho más, como cristianos, queremos dar gracias al Señor por haber puesto en nuestro camino a una persona que alegraba y consolaba a los demás.
Roguemos para que Dios lo reciba en su Reino y conceda a su familia la fortaleza y el consuelo en este doloroso pero inevitable paso, en la esperanza de un reencuentro en la eternidad.

Requiescant In Pacem.
Amén.

(Preparado y enviado por Belmor Galleguillos Pinto para el encuentro anual de ex seminaristas 2011)

Post Scriptum.

Presentes en la ceremonia, cuatro ex seminaristas: Mario Tapia, Rolando Herrera, Efraín Burrough y Belmor Galleguillos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ex seminaristas en Algarrobito

A la salida de la iglesia de Algarrobito, después de haber cantado la misa en latín nos tomamos esta fotografía junto al párroco Padre Carlos Bolelli.


Nota: si hacen click sobre la fotografía podrán visualizarla en un tamaño mayor.